Publica Libertad Digital el gran apuro al que se enfrentan las fábricas de Renault en Valladolid.
Obviamente, con las ventas de vehículos tocando suelo y subsuelo, es de creer que Renault tendrá que recortar puestos de trabajo e incluso, si se fiara de la situación del sector cerrar todas sus sucursales. Por supuesto surgen muchas preguntas.
¿Cómo gestionará la Junta esta situación?
¿Se parecerá en algo a lo perpetrado con LagunAir?
¿Salvará Silván la compañía al modo que nos tiene acostumbrados? (Los trabajadores a la puta calle)
¿Se pondrá de nuevo de manifiesto la gran diferencia de trato para con las empresas según éstas se encuentren en la provincia de León o en la de Pucela?
Lo veremos próximamente. Veremos si un sector como el automovilístico, que tiene los días contados desde que las fábricas se empezaron a emplazar en países con obreros más baratos y eficientes y menos jetas, es decir, desde hace ya rato, se le da el trato de favor que otros no consiguieron.
Aquí, como ya se entrevé, si al final se van todos a la calle, siempre podrá el PP echarle la culpa al inútil del ministro Sebastián, que lo es, y cosa fina.
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